lunes, 3 de febrero de 2014

Rotación de juguetes

Como ya conté, mis hijos comparten el cuarto. Pero para ser sincera, la mayoría de las cosas que hacían que el lugar desbordara, pertenecían a mi hijo mayor. Cada cumpleaños, Día de Niño o Navidad el tema empeoraba, entraban más juguetes y, al no salir ninguno, mantener el orden se volvía una misión imposible.

Hace un tiempo me bajé un e-book del sitio Modern Parente, Messy Kids. Era una guía rápida sobre cómo comenzar a organizar y simplificar tu vida. Una de las cosas que mencionaba era esta idea de Toy Rotation, o rotación de juguetes.

El concepto es simple y tiene mucha lógica: si un chico tiene demasiados juguetes a la vista, la sobreoferta lo va a marear, y, cual mujer frente a un placard lleno de ropa, va a asegurar que "no tiene nada con qué jugar", o va a volver siempre a lo mismo. Además, lógicamente, el cuarto tenderá a parecer siempre más desordenado.

En cambio, si los juguetes se van rotando, a los ojos de los chicos cada tanto van a aparecer juguetes 'nuevos', o al menos lo suficientemente olvidados como para volver a llamar la atención.

En casa, el estado de la situación era el siguiente:



Juguetes viejos, nuevos, de interior, de exterior, amados, ignorados, usados frecuentemente o jamás estrenados. Todos en ese lindo caos.

Me remití entonces a esta página recomendada en el e-book, que propone dividir los juguetes en tres categorías:

1. Thinking toy, o juguetes para pensar: rompecabezas, memotests, juegos de letras, de formas, bueno, se entiende la idea.
2. Moving Toys, o juguetes para moverse: pelotas, juegos de deporte, aros, etc.
3. Pretending Toys, o juguetes para jugar al "como si": casitas, autos, juegos de cocina, disfraces, ese estilo.

La idea es elegir 3 o 4 de cada categoría, y dejar solo esos a la vista. Los demás esperarán su turno en otro lugar. El sentido de esto es que, con opciones acotadas, el chico pueda realmente jugar con todo. Y si hay algo que ni aún así le llama la atención, bueno, será hora de evaluar si es buena idea seguir conservándolo.

Yo saqué todos los juguetes y juegos que ven en la foto, y los agrupé según las categorías. Hubieron algunos que me fue difícil categorizar; eran los que según este artículo se denominan "shiny and passing", algo así como "brillantes y pasajeros", esos juguetes que hacen tantas cosas que entretienen un rato, pero no dan demasiado lugar a la imaginación, el chico los mira desde un lugar pasivo, y, lógicamente, rápidamente pierde el interés. A esos los dejé aparte, en una cuarta pila.

Cuando terminé de categorizar, reubiqué los que me interesaba conservar para la primera rotación en los estantes, y quedó así:


No es el colmo del orden y la organización, pero les aseguro que está muuuucho mejor. Lo que elegí para dejarle en principio fue:

*Para pensar: 2 rompecabezas, 1 memotest.
*Para moverse: cajón de pelotas, skate, globos e inflador.


*Para jugar al  'como si': sombreros y cotillón para disfrazarse, juego de granja, juego de cocina, guitarra, su amado disfraz de caballero medieval:


Me excedí un poco en esta categoría, pero es con lo que más me gusta ver jugar a mi hijo.

Además, le dejé afuera sus amados autitos y pistas (solo los medianos, guardé los Hot Wheels y regalé los más grandes, con los que nunca jugaba), sus cosas de arte, algunos libros y su canasto con toda su pandilla:



Revisando los muñecos, guardé los 3 que amaba cuando era más chico: el Sapo Pepe, Piñón Fijo y Mickey Mouse, porque imagino que algún día pueden ser también los preferidos del bebé. Sin embargo, esa misma noche, al preguntarle con quién quería dormir, eligió al Sapo Pepe. Tuve que sacarlo de su escondite y eso me llevó a pensar dos cosas: que menos mal que lo tenía a mano, y que mi nene grande no es tan grande como él mismo quiere creer.

Ya estamos como para hacer la segunda rotación de juguetes, y la verdad que el sistema me pareció acertadísimo. Mi hijo jugó con cada uno de estos juguetes y los disfrutó como no podía hacerlo antes. Además, el cuarto se mantuvo ordenado siempre, porque estaba claro adónde había que guardar cada cosa después de jugar.

Estoy segura de que cuando cambie los juguetes en exposición, él los va a mirar con otros ojos, se va a sorprender de volver a verlos y les va a prestar más y mejor atención que antes. Después les cuento.


3 comentarios:

  1. Acá en casa hago limpieza de juguetes muuy seguido, queda solamente uno que juega con juguetes, el de ocho. Solamente dejé los lego, los hero factory, los libros, las cosas "de arte" y un par de boludeces más. Nunca reclamó nada.

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  2. Wow! Pero si vas volando! Te va sobrar tiempo de aquí a octubre. Yo debería hacer lo mismo con los libros ;)

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  3. Es muy buena la idea de los libros, Andre!

    Ire, confirmás mi sospecha, cuanto menos tienen, menos extrañan.

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