lunes, 10 de febrero de 2014

Las cosas obvias (I): Un lugar para cada cosa, cada cosa en su lugar

Ya que este blog es tan nuevo y tan de principiante, voy a empezar a escribir sobre las cosas más obvias, que cualquiera con un poco de sentido común daría por sentado desde el vamos, pero que a mí me llevó horas de Internet y reflexión descubrir e interiorizar.

Empiezo por el mantra:

"Un lugar para cada cosa, y cada cosa en su lugar". 

La segunda parte es bastante obvia. Cuando cada cosa está en su lugar, la casa estará impecable, o al menos, a su máximo potencial. Cuantas más cosas fuera de su lugar encontremos, más desordenado se verá todo.

Para mí, lo más complicado es encontrar, o asignar, un lugar para cada cosa. Porque todas sabemos exactamente adónde se guardan los platos en nuestra casa, o las remeras, o el shampoo. Esos son fáciles. Ahora, encontrar un lugar para CADA cosa implica decidir exactamente adónde se deben dejar los controles remoto después de usarlos, adónde van los papeles que traemos de afuera, como facturas, invitaciones, tickets de cambio o garantías, por ejemplo; en qué parte de la heladera se ponen los yoghurts o adónde meter las 300 washi tapes que nos compramos de China y no sabemos en qué usar (presente!).

Todas estas cosas se van sumando, y pasan a ser vagabundas en nuestras casas. Las vamos apoyando en cualquier superficie semidescubierta y pasan a ser de la escenografía estable. Lástima que arruinan todo. Lástima que hacen que todo parezca desordenado, a pesar de nuestro mayor esfuerzo.

Entonces, básicamente, creo que el paso 1 de cualquier proceso organizativo tiene que ser tomarse el tiempo de decidir, a conciencia, cuál va a ser el lugar para cada cosa. Sí, por supuesto, después siempre habrá tiempo de replantearlo si cambian nuestras necesidades o el valor que le damos a los objetos, pero lo importante es que cada cosa tenga un 'hogar' al cual volver.

La gran aliada de este proceso es la práctica de etiquetar TODO lo que sea posible. El tema de los cajones en el cuarto de mi hijo, por ejemplo, sería un tremendo caos si no fuera por esas etiquetas que lo ordenan. Pero siempre se puede ir más allá. Ponerle nombre a cada frasco contenedor, cada cajita, cada cajón incluso, va a facilitar nuestras vidas, porque nos va a ser posible mantener el sistema en el tiempo, y que con bastante viento a favor, se dé el milagro de que los otros seres humanos con los que cohabitamos puedan ayudar a mantener el orden!

Hoy es lunes. ¿Qué les parece si en el transcurso de esta semana buscamos 3 cosas vagabundas que anden dando vuelta por nuestra casa, les asignamos un hogar permanente, si es posible con cartelito o etiqueta orientadora de marido e hijos, y el lunes que viene nos juntamos acá a festejar este primer pequeño gran paso?

6 comentarios:

  1. Tienes 300 washitapes?!?! Que envidia! Jajaja.

    Yo soy de las presentes que no tiene un lugar para cada cosa y peor! Yo le asigno uno a mi altura 1.57 cm y mi marido le asigna otro a su altura 1,90 cm, ha sido complicado, pero creo que mi primera práctica es la de un post anterior, sacar lo que no sirve o no uso y abrir espacio, para que luego cada cosa tenga su lugar.

    Y, no, no es tan obvio ;).

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Ann vos estás MUY segura de querer hacer esto? Yo soy ordenada porque me vino en la genética, y siento que en mi casa todos me odian!! Pensalo, todavía estás a tiempooo!

    ResponderEliminar
  3. tengo para ordenar >>TODO lo de inglés. espero ideas :)

    ResponderEliminar
  4. Acá las cosas tienen un lugar, pero eso no te garantiza el orden, el asunto es poner cada cosa en su lugar después de usarla...

    ResponderEliminar
  5. Andre, noooo! 300 fue una exageración, tendré 50 y pico... Igual son demasiadas para lo que las uso! Coincido con vos, lo primerísimo es hacer una revisión a conciencia y quedarnos con lo que realmente necesitamos.

    Eli, sí, estoy MUY segura! Que me odien tranquilos!!

    Georgi, qué temón! Yo básicamente dejo todo en los colegios y me banco el lío en el verano :P Igual después podemos retomar el tema!

    Irene, claro! Ahí está el tema del mantenimiento!

    Ma Cecilia, buenísimo!!

    ResponderEliminar